Mi camino comenzó a transformarse en 2018, cuando conocí a Roque. A partir de ese momento, inicié un viaje de autodescubrimiento que jamás imaginé. Sin embargo, al principio me resultó difícil cambiar el rumbo, ya que caminar en la dirección equivocada durante tanto tiempo hace que el cambio parezca un desafío enorme. Mi vida estaba marcada por patrones que no me llevaban ni a la paz interior ni a una felicidad genuina, pero poco a poco entendí que necesitaba un cambio: un reencuentro con mi verdadero ser.

Ese despertar me impulsó a una búsqueda constante de sanación interior, una conexión profunda del alma que anhela reconectar con lo divino. Como primer paso en ese camino, decidí estudiar Psicología Holística a distancia, lo que me ofreció herramientas y perspectivas valiosas para entender el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Pero con el tiempo comprendí que el conocimiento más profundo no proviene solo de los estudios, sino de la vida misma, de las experiencias cotidianas y de escuchar la sabiduría que nace desde dentro.

A veces, el ego busca distraernos, pero mi corazón siempre encuentra el camino de regreso hacia este proceso de crecimiento personal. Con el tiempo, comprendí que mi misión es compartir lo aprendido y acompañar a otros en su propio camino hacia la sanación y el bienestar.

Desde el principio, sabíamos que queríamos compartir este lugar con otras personas. Era evidente que este espacio tenía un propósito especial: ser un puente hacia la conexión con uno mismo y con la naturaleza. Sin embargo, no sabíamos cómo proyectarlo en ese momento, porque también nosotros estábamos —y seguimos estando— en un profundo proceso de autodescubrimiento personal.

Como decía Sócrates: "Conócete a ti mismo." Este ha sido un faro para nosotros, una invitación constante a mirar hacia adentro, a explorar nuestra esencia, nuestras emociones y nuestras capacidades. Inspirados por esta búsqueda, hemos decidido abrir este espacio como un refugio para quienes anhelan bienestar, sanación y un reencuentro con lo más auténtico de su ser.

Fue entonces cuando el Ayurveda llegó a mi vida, impactándome profundamente con su conocimiento y belleza. Me inspira a conocer e indagar aún más sobre esta sabiduría ancestral y trascendental, descubriendo nuevas formas de comprender el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu.

Hace muchos años aprendí técnicas de masaje, y ahora, al combinar ese conocimiento con lo que el Ayurveda me enseña, siento que se abre un nuevo campo lleno de posibilidades. Integrar aceites medicinales y principios ayurvédicos en el masaje me permite ofrecer una experiencia más profunda y transformadora, ayudando a restablecer la armonía y el bienestar de quienes lo reciben.

Hoy sigo en un proceso continuo de reencuentro conmigo misma, con el deseo de compartir todo lo que he aprendido y lo que sigo descubriendo, para acompañar a quienes buscan mejorar su bienestar físico, mental y espiritual. Mi propósito es ser de ayuda en este viaje, ofreciendo un espacio de paz, conexión y sanación.

Con amor, Daniela